(Report in Spanish)
El pasado Sábado 14 de Mayo de 2022 se celebró el Global Big Day que organiza el Laboratorio de Ornitología de Cornell (https://ebird.org/globalbigday). Coincidiendo con ello, este año formamos equipo Anxo Villalobos, Rubén de Prado y yo (Luis Albero) con el objetivo de observar el máximo número de especies de aves dentro de la provincia de León en un solo día, batiendo el anterior récord de 136 especies que hicimos el 2021, cuando realicé este reto con Martín Rey y María Borrego (ver crónica aquí).
Los 3 intrépidos pajareros hacia el final del día, con el espectacular paisaje de los Picos de Europa de fondo
Comenzamos la jornada todavía de noche en la ciudad de León, donde sumamos las primeras especies típicamente nocturnas, como el martinete (Nycticorax nycticorax) y el autillo (Otus scops). Una breve parada en las Graveras de Cembranos nos permitió escuchar otro cantor nocturno, la buscarla unicolor (Locustella luscinioides), que tiene aquí su único punto de cría conocido en la provincia. Con estos primeros objetivos, condujimos un ratito hasta las estribaciones de la Sierra del Teleno al sur de la provincia, unos afloramientos rocosos de carácter mediterráneo donde habitan especies especialistas de las rocas y el calor, como la collalba rubia (Oenanthe hispanica) de la que encontramos fácilmente varios ejemplares, y el roquero solitario (Monticola solitarius), abundante otros años pero que esta vez no quiso aparecer.
Collalba rubia (Oenanthe hispanica)
Tardamos más de lo esperado buscando los ansiados roqueros, y finalmente nos dimos por vencidos y movimos a la ZEPA de Jamuz. Una de las zonas ornitológicamente más interesantes de la provincia, la mezcla de cultivos tradicionales de secano con encinares y matorral mediterráneo da cobijo a un buen número de especies. No tardamos mucho en encontrar un bonito macho de sisón (Tetrax tetrax), ave en grave declive en muchas zonas y todavía con buena población aquí. Aparecieron otras especies como los coloridos abejarucos, el alcaudón común, numerosos y charlatanes críalos, un macho melánico de aguilucho cenizo y, en el matorral, buscamos alguno de los pechiazules que se reproducen aquí sin éxito. Otra breve parada en el cercano río Jamuz nos permitió anotar algunas especies más, aunque fallaron otras como la golondrina dáurica.
Acabada la parte más mediterránea de la jornada, nos dirigimos a los humedales de la comarca del Páramo Leonés en busca de aves acuáticas. Se trata de diversas balsas y graveras artificiales, construidas para riego, que sin embargo son puntos estratégicos para la migración de limícolas y patos por estas tierras. En la primera parada, la gravera de Zotes, saltó la sorpresa en forma de correlimos pectoral (Calidris melanotos). Este limícola norteamericano va a convertirse en la especie de los Big Day, pues vi mi primer ejemplar también aquí en la edición de Octubre del año pasado. Además había una bonita avoceta (Recurvirostra avosetta), especie nueva para mí en León.
En los restantes humedales sumamos más especies pero quizás algo menos de las esperadas, fallando algunas que salieron el año pasado como el correlimos común, el archibebe claro o la espátula. Tras acabar de mirar las balsas, pusimos rumbo a la comarca de los Oteros con breve parada en Valencia de Don Juan, territorio del amigo Rubén, donde sumamos las garcetas común y grande en el río Esla y avión zapador. En Oteros, tierra de cereal, pudimos observar a la reina de las estepas, la avutarda (Otis tarda), y dos especies de alondras que se encuentran aquí: la gran calandria (Melanocorypha calandra) y la pequeña terrera (Calandrella brachydactyla).
Acabada esta zona esteparia, y tras una breve parada en la gravera de Santas Martas para anotar alguna limícola más, pusimos rumbo al norte, internándonos en la Cordillera Cantábrica. Aunque nos llovió algo a lo largo de la mañana, las nubes se despejaron cuando llegamos a un robledal cerca de Prioro, donde esperábamos ver una gran variedad de aves típicas de los bosques caducifolios cantábricos. Los pájaros no se portaron del todo, siendo difícil verlos a través del espeso follaje, pero poco a poco fueron saliendo especies, como los bonitos papamoscas cerrojillos, un único colirrojo real, y la estrella, el pico mediano (Leiopicus medius), del que vimos tres ejemplares. Un lagarto verde (Lacerta bilineata) puso la nota herpetológica del día.
Pico mediano (Leiopicus medius), foto de Rubén
Lagarto verde occidental (Lacerta bilineata)
Para acabar el día, apurando la luz subimos al Puerto de Pandetrave, en el Parque Nacional de Picos de Europa, desde donde subimos hasta el incio de la canal de Pedabejo, con el objetivo de sumar aves alpinas. De camino habíamos sumado algunas de las que se nos resistieron en el robledal, como el herrerillo capuchino o el escribano cerillo, además de uno de los primeros alcaudones dorsirrojos del año (esta especie llega muy tarde). El atardecer en la montaña, además de unas vistas espectáculares, nos permitió sumar roquero rojo (Monticola saxatilis), otra ave con un severo declive que siempre es un placer ver, y un águila real (Aquila chrysaetos). Esta fue la última especie sumada en el día, nada mejor que acabar con la reina de las aves para poner el broche final a la jornada de pajareo. Durante la noche, sumamos la última especie de la lista, el cárabo, haciendo un total de 140 especies, superando por tanto la marca del año pasado. Fue un día muy divertido, un reto personal que puso a prueba nuestro conocimiento del terreno y de las aves, y esperemos poderlo repetir algún otro año. Esta vez el alcaudón real fue la única especie "común" que no vimos en todo el día, pese a recorrer una buena cantidad de hábitat favorable, lo que también puede servir de llamada de atención ante el delicado estado de esta especie...
Crónica de eBird con el recorrido y la lista final de especies: https://ebird.org/tripreport/55936
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